Meson La Juderia - Lucena

Es un lugar en el que tienes que dar gracias al camarero por que te atienda, si les comentas algo se ponen a la defensiva y para colmo nos cobraron más de lo indicado en el precio de la carta, horrible experiencia desde luego que no vuelvo en mi vida

Todo muy bueno y buena atención. Siempre que vengo a Lucena pasamos a comer por allí. Recomiendo todo, los callos, flamenquines, brochetas de pollo, champiñones rellenos....Y muy buenas tapas.

Siento no haber leído las reseñas estas antes, me habría ahorrado un dinero y valioso tiempo. Llamo sobre las 14 para reservar para la noche y me dice un individuo que a esa hora cómo espero que me atiendan si están hasta arriba. Es la primera vez que llamo y voy al sitio, no sé cómo espera que sepa que solo él sabe coger el teléfono. Reservo para las 22:00. Llegamos a las 21:59 y nos dice el tipejo que menos mal que hemos llegado. Al ver mi cara a cuadros nos dice que no reservan a esa hora, que como tarde a las 21:30. En ningún momento me había explicado eso antes y no sé cómo podía interesarme esa información. Pedimos la comida y es una porquería. Nos dejamos croquetas por primera vez en nuestras vidas. Cada vez que pedíamos algo, el tipejo te miraba, se daba cuenta de que ibas a pedir algo más, pero se dirigía solo a las mesas grandes. Tuvimos que levantarnos dos veces para pedir y pagar. Nunca más.

Me siento en familia, nos tomamos dos tintos con limon, 4 cañas de radler, 2 cañas sin alcohol, un tubo, un tercio de cruz campo, una copa de Rioja, y un cuarto de tortilla todo 34€, nos ponen en la primera ronda unas gambas, en la segunda ronda nada de tapa, después de levantar y esperar media hora la cuenta nos dicen que sólo ponen una tapa por mesa cuando estamos viendo que las demás mesas le están poniendo tapa cada vez que piden consumisión. La atención al cliente deja que desear, muy antipatícos, actitud chulesca, en resumen vengo desde Córdoba y no creo que vuelva a sentarme en este lugar.

Encargado poco agradable, fumando esparciendo el humo por toda la barra y alimentos, no hay precio y te remite a lo que indica en una pizarra sin precios. En la terraza se mastica el humo, servicio regular y la comida muy discreta.