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Bidrage med feedbackEl local es pequeño, por lo que es recomendable reservar. Pedimos el menú degustación (20€ y la verdad que salimos contentos con el resultado, aunque el plato de tempura fue bastante escaso. De todas formas, estaba todo muy bueno y el camarero fue agradable. Pegas que se le pueden poner: no tiene menú para celíacos (y está casi todo rebozado o con algún tipo de masa ; sólo hay una persona sirviendo, por lo que el servicio puede ser algo lento; al ser un local del Casco, puede oler un poco a tubería de vez en cuando.
La verdad teníamos mucha ilusión de ir a este restaurante desde hacía mucho tiempo. El caso es que por fin llegó la cita y para el estreno elegimos el menú degustación recomendado por el camarero/cocinero. Después de la ensalada vinieron los takoyakis (bolas de pulpo), el problema fue que dos de ellas venían congeladas por dentro. No dijimos nada en ese momento pues un fallo siempre es asumible. El camarero nos advirtió de que el plato de calamar no iba a estar disponible, pues no les quedaba suficiente, por ello nos ofreció cambiar el calamar por langostino a lo que aceptamos. La sorpresa llegó al ver que si nos pusieron calamar, pero ya de primeras olía mucho a pescado y al probarlo francamente estaba pasado. Comimos algún trozo más y si, no estaba para servir. Lo comentamos al camarero y se lo llevó para comprobar y la sorpresa fue cuando nos dijo que para él no estaba malo. Parece que lo del cliente siempre tiene la razón no es una de sus máximas. Nos comentó que si nos quedábamos con hambre que nos sacaba algo más, pero las cosas no se hacen así. No se trata de llenarse más o menos sino de cumplir con el menú. Nos comentó que como teníamos más verduras en tempura que eso quizás compensaba...la verdad habiendo tanta oferta no volveremos...
No lo he probado para comer pero no puedo evitar pasar por la calle mayor y pedir un bao de pato y waka o unas gyozas. ¡Increíble de rico!
Pedido a domicilio. Todo mal embalado. El ramen se ha salido y ha mojado todos los demás envases. Conclusión: incomible. Puedo entender q al repartidor se le mueva la bolsa, pero envasar un caldo en un cuenco de cartón con un tape de plástico roto, sujeto con celo porque no encaja, me parece poco funcional. Y el repartidor debería ser un equilibrista del circo del sol para q no se derrame y se empape el resto de envases. Ahí lo dejo
Fuimos a cenar y de los dos camarer@s solo trabajaba una chica, que atendía las mesas, y la barra, mientras que el chico solo se dedicaba a charlar y dar vueltas. Más de 10’ esperando a que nos tomaran nota y 5’ más en servir el vino Blanco que el muchacho dejó en el aparador calentarse ya que ni bolsa de hielo ponen en la botella. La comida en menu degustación escasa, la salsa picante no picaba, y la piña braseada... sin comentarios positivos, pero sopletear una rodaja de piña en su jugo con azúcar, no es piña a la brasa, y el mochi congelado.La calidad, y cantidad no va acorde con el precio. Solo válido para tomar algo rápido y marchar, no para cenar. Lo mejor el pollo, los gyozas de cerdo (normales, y no había de pato que era la otra opción) la salsa agridulce de ciruela y la panacotta matcha, y por supuesto la camarera que se comió toda la noche de trabajo.