Pizzeria Sant Bernat

No siendo un restaurante de lujo muchas veces comes de lujo con un servicio simpatico y correcto comer aqui es una buena eleccion

Fuimos a cenar allí, ya que todas las opciones anteriores tenían lleno, entramos y nos encontramos una pizzeria de Vilafranca con solo una pareja cenando, con eso el local ya dice mucho. Sabiendo que las pizzerias en Vilafranca un sábado noche siempre están a petar. El local me pareció bien, decoración acceptable y una especie de extractores encima de cada mesa que deben servir para algún tipo de plato en concreto pero a la vez le daban un toque no se que guapo. La carta no es muy extensa, con algunas pastas, ensaladas y como unas 20 pizzas. Yo pedí una Pomizia (creo que se escribe así , lo primero fue que le faltaban como 2 o 3 min más de cocción ya que la masa aun no estaba cocida del todo y los otros ingredientes tampoco decían mucho mas (jamón dulce, manzana y queso de cabra . Para mi las pizzas estaban a la par que las de Casa Tarradellas (y estas no las compro nunca El servicio fue bueno, hay que decir que estábamos solos y tampoco nos invitaron al chupito que invitan en todos sitios, pero querían cerrar. El local esta a 2min del ayuntamiento y a 30 metros de la iglesia, por lo tanto muy céntrico. Nota: 4,7

Mala relación calidad-precio. La comida es tirando a normal o pobre. Los platos nada del otro mundo; más bien caro en su conjunto. El trato atento y correcto en general. La ensalada no nos mató nada, como tampoco los segundos. Lo peor: nos cobraron 9 euros por un plato de macarrones (pasta hervida con salsa de pote de supermercado) y sin bebida ni postre!

Pizzas muy ricas y a un precio muy económico. Fueron rápidos y atentos. Comimos una pasta para compartir, dos pizzas, un postre y dos bebidas por 35 euros. La verdad que por menos dudo encontrarlo. Está en pleno centro de la ciudad

Comimos una ensalada Acona para compartir, una pizza sant bernat y una sant jordi, y dos tatin de manzana por unos 37€ (bebidas e iva incluidos). El servicio estuvo bien y rapido, pero estabamos solos en una sala y si queriamos pedir algo teniamos q esperar a q pasara alguien. Pero la gente muy amable. Las pizzas se hacen con harina ecologica y en horno de leña, y la tatin buenissima. Nos recomendaron, para otra visita, los nidos con escalibada y el milhojas.