Reserver
Tilbagemelding
Bidrage med feedbackDespués de hacer la ruta del sendero Negreo y de la Atalaya, tomar algo en este establecimiento acompañado de unos torreznitos, cortesía de la casa, es una gozada.
Todo muy correcto. Me ha gustado mucho el sitio por ser muy acogedor, rústico y estar muy bien cuidado. Hay una zona de bar nada más entrar y ya al fondo está el comedor que, como he dicho, me ha gustado mucho. Además no está masificado de mesas, al revés, muchísimo espacio entre mesas. El trato también ha sido bueno, directo y sin complicaciones. La comida está muy buena y las cantidades son grandes así que todos contentos. Además del pincho de lechazo, nos ha gustado mucho el revuelto de morcilla. Recomiendo llamar para reservar y asegurarse sitio. Se ubica en pleno pueblo y es fácil aparcar cerca.
Está especializada en los pinchos de lechazo, pero yo comí una lubina espectacular. Gracias
Buena experiencia los pinchos muy ricos, manera peculiar de asar el cordero
Muy normalito. Tiene la misma fórmula que todos los restaurantes de Traspinedo, una carta muy corta, con el pincho de lechazo como principal. Las raciones escasas, lo del pulpo es para verlo con 17€ que vale la ración, precios realmente altos, 170€, 5 personas, comiendo dos entrantes, tres pinchos de lechazo y tres postres... Es una auténtica exageración, 35€/pax, es inadmisible