Fonda Antojitos Talleres

Este restaurante, que ya había visto antes pero no me había detenido, está ubicado en plena avenida y siempre hay coches detrás, hasta que un día, no pude resistir el antojo y lo estacioné en una calle lateral. Venden salbutes, panuchos, sopes, empanadas, además de jugos, cócteles y licuados. El lugar es pequeño pero muy limpio, si observas detenidamente, verás que cuidan muchos detalles que hacen que tu estancia sea más placentera. Hace unos días estaba trabajando en mi jardín con Don Ricardo, un jardinero de confianza, y como estaría ahí por un tiempo decidí ir a comprarle algo para almorzar. Según me comentó, también le gustó mucho. La señora que atiende allí puede parecer inicialmente que está enojada todo el tiempo, pero una vez que la tratas es amable aunque de pocas palabras, ¡je!

Me topé con uno de esos restaurantes olvidados donde puedes fácilmente no cocinar nada pero tener antojo de algo diferente a tortas, tacos y pizzas. Y es que una fonda tiene ese sabor casero que uno busca a la hora de comprar comida. El lugar es muy bonito, se siente el ambiente hogareño y los aromas son deliciosos. En su mayoría, sirven antojitos mexicanos que te gustarán, pero lo mejor es que tienen días en los que preparan guisos como mondongo, pancita y el delicioso relleno negro típico de Mérida, que ya hemos adoptado los cancunenses. No me pareció caro y aunque solo comí una blandita, el servicio me encantó. Son súper atentos y amables en el servicio, se nota que los dueños te atienden porque se esfuerzan en asegurar que los clientes regresen. Así que si estás buscando una opción para no cocinar pero comer con sabor casero, visita este lugar, te va a encantar.