Piccolina, Madrid

Hoy en día, es un mal presagio que un restaurante que se autodenomine italiano no sirva Spritz... Pero la comida no mejora, solo pedimos pizza, pero la masa no es buena, nada que ver con lo que encuentras en Italia, sino con cualquier pizzería promedio en España. La tacañería para completar la pizza con los ingredientes deseados merece un capítulo aparte. También echamos en falta la clásica Diavola con salami picante. Lo extraño es que el negocio siga funcionando, hace 20 años podría haber sido considerado un lugar correcto, pero hoy en día está desfasado. Aunque hay que destacar la decoración, de austeridad máxima, pero con un toque de tradicional trattoria italiana.

El restaurante es acogedor y tranquilo. El servicio es rápido e impecable. La comida es deliciosa, especialmente el crema de calabacín y, por supuesto, las pizzas caseras. Ruben, el dueño, es muy amable y un profesional. Gracias por todo. Volveremos.

Hola, este restaurante nos ha encantado. Éramos una mesa de 19 con diversidad de gustos y al final combinamos su amplia carta y degustado de las mejores pizzas de la zona o Madrid. Ricos antipasti y muy buen servicio para toda la gente que fuimos, aparte de las demás mesas. Muy buena calidad/precio y solo añadir que el vino es mejorable. Lo demás un 8.7. Gracias Picolinna.

Hemos pedido cena como muchas veces y espectacular! De los mejores italianos caseros que conozco! Tanto en cálidad como en atención. Gracias!

Hemos ido esta mañana, 4 personas, con una reserva de terraza. Al llegar nos asignan una mesa cuadrada pequeña en la que es imposible que cupieran 4 platos, vasos, bebidas y cubiertos. La terraza es enorme, había sitio de sobra entre mesas y una montón de mesas apiladas sin uso. Nos quejamos y nos dicen que sólo juntan dos mesas para 5 o más personas, justo en la mesa de al lado había 3 personas con 2 mesas juntas, se lo hacemos ver y tras discutirlo, por fin, acceden a poner 2 mesas juntas. Lo que debería ser una comida agradable con tu familia se convierte en una discusión, mal empezamos. Por fin pedimos, 1 entrante y 4 segundos, son las 14:30 cuando llegamos, a las 15:30 vienen los segundos, se disculpan por un problema en la cocina, en fin. La comida regular pero el servicio y la atención pésimos, verdaderamente pésimos. Vivimos al lado pero no volveremos.