Cafeteria De La Casa Encendida - Madrid

No tienen ni idea de cómo hacer un buen café y tienen una tarta de zanahoria a 5 euros con un queso Filadelfia duro que empalaga y que no se puede tragar y el biscocho grasoso lleno de aceite. Una buena tarta de zanahoria sin un buen frosting y suave que no sabe a queso no es tan difícil de hacer. He quejado por el precio de esta tarta por la mala calidad que tiene el frosting y me contesta el camarero, el precio es porque es casa encendida y eso. Tienen otras cosas caseras algunas buenas algunas malas. Camareros amables pero creo que son becarios que no tienen ni idea de cómo hacer las cosas bien. Si vienes con tu ordenador para reunir con alguien una media horita te obligan a ponerte en una mesa alta de barra y sillas altas incomnodas para no ocupar una mesa normal. Muy mal y no volveré nunca.

Vergonzoso el trato y los productos. Si vienes a trabajar con el pórtatil te cambian a unas mesas incomodas con taburetes incomodisimos

El café, las tostadas, los huevos, todo con ingredientes de primera y un sabor muy bueno. Pero el servicio es lento como él solo. Así que si vas con prisa o con menos de media hora, mejor elige otro sitio.

El sitio es acogedor, los colores pastel y la disposición de todo el mobiliario está dispuesto para que vayas a comer o tomarte un café de una manera agradable... Hasta ahí todo perfecto. Cuando llegas a la barra....ahí está el área de mejora de esta cafetería, y por donde hay que empezar es por el personal. La camarera (chica con pelo corto y tatuajes), a parte de pedirte las cosas como si le sentara mal trabajar, lo hace con una actitud de desprecio y malas maneras. Le pides lo que sea y te mira con cara de asco, y sin decir nada, se da la vuelta y empieza su comanda. Entiendo que todo el mundo puede tener un mal día, pero hay que intentar en la medida de lo posible, si estás atendiendo a un público ser cortes, agradable y servicial.... No estoy diciendo que tenga que ser una persona super feliz, si no una persona RESPETUOSA Y TENER EMPATÍA HACIA ESA PERSONA QUE ESTÁ PAGANDO UN SERVICIO... Después de esta experiencia... no creo que vuelta a este sitio, bastante estrés hay en la calle, para encima llevarme malas caras mientras me voy a tomar un café tranquilo el cual estoy pagando...

El lugar es bonito y agradable. El personal antipático a veces hay un chaval que es muy cordial que todo hay que decirlo) y el precio muy elevado.