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Bidrage med feedbackSomos asiduos de este restaurante desde que lo conocimos hace ya algún tiempo. Marisco y pescado de muy buena calidad, cocinado perfecto y la cercanía de Ilyana, la camarera, hace que te sientas como en casa. Anoche volvimos y quedamos encantados, como siempre, y pese a que estaban hasta arriba con el poco espacio disponible, nos hicieron un huequecito para poder cenar con la niña y la dichosa silla de paseo, que abulta bastante. No puedo decir mas que el conjunto de calidad-precio y trato, son de 10.
He tenido que esperar un mes por las normas establecidas por Vds. Después de un anterior comentario favorable por mí parte hacia el restaurante en una comida un fin de semana . Decidimos acudir un día de diario y pedir unos menús del día. ¡ Lamentable decisión ! Escaso todo , repugnante plato de una especie de calamares encebollados dos aros , de algo parecido a calamares , de color rosa y asquerosamente blandos sobre un fondo de7 patatas fritas impregnadas en una salsa.. ¡mini Postre cómo despedida! Atención de la camarera , agradable , ante nuestras quejas NO VOLVEREMOS , Un asco y un fraude .
Trato deplorable, mala comida y fría, servicio muy lento y muy caro. Pedimos un menú, 10€, una fritada de pescado para dos y un tomate aliñado, de postre unas natillas, más dos cervezas, factura 58,50€. Juzguen ustedes.
Servicio amable , pero desbordado y lento , quizás por tener poco personal . Buenos y correctos platos. Precios caros
Respecto al salón, es terrible, parece sacado de película de Almodóvar de los 80. Gotelet, plafones de cuarto de baño en la sala, cuadros de los chinos, mesas de pino.. en fin deprimente. Respecto a la carta, es extensa, basada casi todo en fritura y en muchas tienes opción de media ración. Pedimos varias cosas de pescadito y adicional unas patatas mixtas. Trajeron primero las fruturas, luego zamburiñas y por último las patatas. No tiene ningún sentido el orden. Además de ser patatas con un picante terrible, habrian echado tabasco y listo y la otra salsa no sabia a nada. En resumen, malisimas. El bacalao tambien tenía una textura rarisima que nos hizo sospechar si realmente era bacalao. Las zamburiñas exquisitas. Todo hay que decirlo. Respecto al servicio, peculiar y ineficiente. Tan sólo una chica extranjera que atendia en la sala y en la barra. Por cierto, robo el servicio de pan. No creo que volvamos. Una pena.