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Bidrage med feedbackSi entras en un restaurante, y tu primera preocupación es que no se te queden las zapatillas pegadas al suelo, mal empezamos. Y si la parte del restaurante que ve el cliente, se encuentra en esas condiciones tan insalubres, no quiero ni imaginar de cómo tendrán la cocina, ni mucho menos la freidora. Solo tomamos una caña y nos fuimos ya que las suelas de las zapatillas empezaban a quedarse muy pegadas al suelo.
Sakura un restaurante en huesca que esta bien aunque no destaca por nada en especial la comida recien hecha servida en la mesa esta rica los canareros apenas hablan español pero se hacen entender y son atentos para visitar en familia pero no con alguien muy especial ni grupos de empresarios. El local necesita reforma
Fuimos a cenar como siempre esta vez no estaba la propietaria “la más amable y trabajadora” mi sorpresa es que me dicen que mi hija de dos años no puede picar de nuestros platos que se tiene que comer un plato para ella.... menos mal que en la entrada hay un cartel que dice que los niños que midan menos de 1.50cms no pagan.... Me sentí indignado cuando me digerían que mi hija que apenas come no podía picar algo de nuestros platos (el de su padre y madre) Lógicamente ya no he vuelto más... Una lástima por la dueña pero cosas así no se olvidan fácil.
Ya había estado un par de veces y no me había gustado, pero unos amigos y yo decidimos darles una oportunidad... Pésima idea. Llegamos a las 14:30hs de un domingo y solo había 5 personas comiendo. En la barra, una niña y un niño, que bajo mi poco conocimiento de leyes, no deberían ni estar allí, y menos trabajando. Optamos por su “bufet libre”, que eliges platos en la carta y “te lo traen”. Nos atendió un camarero latino, parecía atencioso, y estuvo amable. Pero estuvo poco, salió a hacer repartos. A partir de ahí, nos atendían la niña y el niño... Yo estaba incómoda y mis amigos también, por dicha situación. De la comida que pedimos, solo nos sirvieron lo que llevaba arroz, el sushi era un mazacote enorme, sin sabor, con salsas tipo mayonesa y ajo por encima... nada que ver con el sushi japonés. Salía de vez en cuando gente de la cocina, sin una mínima indumentaria de cocinero, con un aspecto bastante decadente y no muy higiénico, el baño estaba muy sucio y lleno de moscas. Estuvimos esperando lo que habíamos pedido por lo menos media hora, al final decidimos preguntar. Entonces nos sacaron algo más, pero nunca nos llegó lo que realmente habíamos pedido. Creo que el sistema que tienen es poner en la mesa primero lo que te llena como el arroz, enrollar y al final servir lo que les parece. Porque el sashimi por ejemplo que es cortar pescado crudo, fue lo ultimo a llegar a nuestra mesa, en una cantidad tan pequeña que daba pena y porque le volvimos a pedir tres veces que nos trajera. La carne estaba fría, seca... Te cobran 13€ por el tal “bufet libre”, bebidas a parte y en pleno verano, tienes que pedir por favor unos cubitos de hielo para el refresco. Ya era las 17:00hs, decidimos marchar, porque era todo demasiado desagradable... Entre que nos servían niños, la higiene tan precaria, una comida improvisada, y tener que implorar para que te sirvan lo que has pedido... nos fuimos con muy mal cuerpo de ese local. Además literal, porque a mis amigos y a mi, nos tocó aguantar mucho dolor de estómago y mal estar luego. Me parece una tomadura de pelo lo de la comida, una falta de respeto tremenda para con el consumidor. Pero también me parece gravísimo el tema de los peques allí trabajando, hay cosas que no debemos normalizar. Las inspecciones de sanidad y trabajo deberían ser para todos los negocios en esta ciudad.
Sirven a domicilio. Pedimos una variedad de shushi, sashimi y makis. No destaco nada, a mi no me entusiasmó, tenía experiencias anteriores en otros japoneses de otras ciudades pero esta no será de las mejores. No repetiré, tampoco de precio es barato para la calidad que ofrecen.