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Bidrage med feedbackBuena ubicación y buen servicio. la comida era buena, destacando el solitario ibérico con migajas. cuando nos trajeron la cuenta nos cobraron 1,83€ por cada bolsa de pan (en la carta pone servicio de pan a 1€ , lo advertimos y cambiamos sin problema.
El restaurante es espectacular en el interior: un auténtico patio de Córdoba de pies a cabeza. el servicio es muy rápido y las camareras que nos asistieron, rocío, ana y cecilia, fueron hiper amistosas y atentas. ponen un poco de aceite de picual para mojar pan muy delicioso! Pedimos algunas berenjenas fritas con miel, que eran crujientes y no aceitosas, pero para nuestra gota carecían de sabor. Los chuletas de cordero eran tiernos y muy jugosos. El arroz caldo era bueno, pero los comimos mejor. postres es donde ciertamente tenemos éxito: tanto el pastel de queso como el chocolate cremoso fueron muy buenos y con el punto de júto de dulzura. Aconsejo reservar con tiempo.
Perfecto para cenar en su terraza. las raciones son geniales, especialmente las berenjenas fritas. son muy finos y nada grasiento perfecto para acompañar con la salchicha muy suave. También saboreamos el flamenco acompañado de pimientos fritos verdes y patatas fritas muy ricas.
Una de las tabernas más emblemáticas de la zona, la más bella y cuidada y en un lugar que no puede ser más histórico. Por varias razones también es un lugar estratégico si desea aparcar tanto un turismo como una caravana o similar ya que cuenta casi en frente con un aparcamiento. el restaurante es una pared con parte de los restos de la pared. el paseo desde allí hasta el interior nos asegura un hermoso callejón y la posibilidad de visitar algunos patios que abren todo el año. También puede seguir la dirección de la pared y llegar a los márgenes del río. que si, no en verano, a menos que sea muy temprano y el callima está dando tregua. pero el único hecho de comer en el restaurante permite una experiencia y una inmersión en la historia y tradiciones de esta ciudad. ricamente adornado con cerámica y plantas y protegido por los toldos de Córdoba, su patio con pozo, ya que no podría ser de otra manera. hay mesas distribuidas con gracia para probar con calma lo que nos espera. un lugar donde han logrado crear, incluso cuando era el calor no te deja casi respirar, un clima increíble y deliciosamente fresco sin que tengas que sufrir un jet de aire frío sobre la cabeza. No sé cómo lo consiguen, ¡pero lo entienden! el servicio bastante profesional y altamente eficiente. la deliciosa comida más un menú muy completo en el que los platos tradicionales de Cordobes (salmorjo, berenjenas con miel, flamenco. se reinventan sin perder un ápice de su sabor. En invierno tengo que comer en la parte superior, un hermoso pasillo que rodea el patio central. en términos de precio, muy buena relación con calidad y disfrute. Es la típica casa de Córdoba, de la que ya no hay muchos, de la que algunos recuerdan con nostalgia por ser similar a la ya inexistente de nuestros abuelos. casas con ese sello así nuestra de las culturas que nos precedieron y de las cuales hemos tomado mucho bien. la casa romana con su distribución típica, el árabe que mantiene el mayor esplendor al evitar la envidia, pero buscando el disfrute de su propio y tan invitado. que el bien de hacer y ese ajo al visitante se mastica no sólo en cada bocado de comida, sino en el espíritu que gobierna esta casa. en términos de precio, muy buena relación con calidad y calidez.
Precioso restaurante y la comida excelente. Muy buen servicio también. 100% recomendable