Reserver
Tilbagemelding
Bidrage med feedbackEstuvimos comiendo a mediodía y la verdad muy agusto. Con dos platos tuvimos suficiente, pollo frito y longaniza, acompañados con sidra ¡que no falte! Vamos unas dos veces al año y sigue teniendo su encanto, sobre todo de noche. Recomendamos la fabada y la tortilla de patata. Los precios son asequibles, y la calidad de la comida no está mal. Es verdad que usan mucho frito, pero el sabor de los platos es bueno. El servicio al cliente es muy agradable y en todo momento nos aconsejaron.
El servicio es lamentable, pides varias raciones y te las sirven a destiempo total, dos raciones iguales a la misma mesa para compartir y te las sirven con más de media hora de diferencia.
Todo muy bien muy rápido rico y un servicio genial con humor y gracia. Sin duda un “merendero” de los que no quedan con comida casera y digna. Sin más y sin menos.
Para empezar cuando llegamos parece que les molestaba que entráramos, bastante bordes. Les preguntamos si había sitio para cenar a lo que contestaron está todo ocupado, hay gente que solo está tomando algo pero no los voy a echar para que os sentís vosotros ya ahí debimos irnos pero como estaba en una buena zona y ya no era hora de eur a otro sitio decidimos esperar a que se liberara una mesa mientras tomábamos una caña. Cuando se liberó una mesa la cogimos (afortunadamente no tuvimos que esperar mucho a que quedara libre), pero tuvimos que ser nosotros quiénes estuvieran atentos a las mesas porque ellos pasaban de nosotros. Cuando nos sentamos resulta que estuvimos un rato con los restos de los anteriores comensales ya que nadie venía a limpiar la mesa, en circunstancias normales eso no gusta pero en tiempos de covid me parece inadmisible. Vemos que entra una familia y que se sienta en una mesa que se acaba de liberar y les atienden antes que a nosotros (destacar que eran conocidos de la dueña). Avisamos de que por favor nos atiendan que llevamos rato sentados con las sobras de los otros y la camarera dice que pensó que éramos los anteriores, en fin, pedimos un cachopo , una ensalada una ración de chorizo criollo (5 trozos literalmente y todo patatas fritas) y una sidra y el remate es que no queda sidra, que se ha agotado! Mi pregunta es, cuanta sidra tenéis en el almacén? Porque dos horas antes pasamos por el restaurante y no había nadie, en dos horas os quedáis sin sidra? En una zona turística en Asturias, en plena época de vacaciones, donde la bebida estrella es la sidra y especialmente en ese restaurante, y no queda sidra? Que teneis dos cajas de sidra y punto? No lo entiendo. Pero lo gracioso es que para la familia a la que atendieron antes que a nosotros si hubo sidra. Sólo una camarera atendiendo todas las mesas, lo que hizo el servicio más lento! Se ve que es un lugar que como suelte tener clientes turistas les da igual todo, solo quieren recaudar y si el cliente se va insatisfecho les da lo mismo porque ya vendrán otros pobres a dejar dinero y punto! Desde luego para no volver.
En un primer momento tardaron casi en atendernos media hora, y después de tomar nota nos trajeron lo pedido una hora más tarde! Por lo que yo no volvería por la lentitud y el retraso que llevan en las comandas, aunque es una pena porque en sí la comida no estaba del todo mal. Una pena.