Cafeteria Pirineos - Ainsa-Sobrarbe

Nos pedimos menú,y cuál fue nuestra sorpresa cuando nos cobraron las cervezas...nadie nos advirtió que era solo vino y agua lo que entraba en el menú.Nos pareció muy feo por por parte del servicio no hacernos la advertencia

Cafetería grande y agradable. Calidad de la tortilla. Problema, el precio. Por tres cafés, un agua y cuatro pinchos de tortilla 26 euros. Más de 6 euros por desayuno.

La villa aragonesa de Aínsa (en aragonés L’Aínsa , en el Sobrarbe, siempre ha sido para nosotros mucho más que una mera referencia geográfica. Por un lado un destino en si mismo (con su preciosa plaza Mayor presidiendo su casco histórico , y por el otro una parada obligada estando en ruta por la vertiente aragonesa de los Pirineos. En este caso una “escapada” al Valle del Ara y a las villas de Boltaña (arag: Boltanya y Torla. Lugar idóneo para repostar el vehículo y estirar las piernas a la vez que se toma un refrigerio o un buen tentempié antes de continuar el camino con ímpetu renovado. Este era nuestro propósito cuando con mi pareja nos paramos, ya con retraso sobre el horario inicialmente previsto, y contrariamente a lo que en los últimos tiempos es nuestra costumbre, decidimos comer algo sin reserva previa y sin consultar antes donde hacerlo. Este fue nuestro “contexto” y nuestro error, pues nuestra pretendida experiencia nos llevó ha hacerlo en uno de los establecimientos que antaño fue pionero en establecerse en el que los lugareños llaman el “Barrio d’o Cruce”, la Cafetería del Restaurante Hostal Pirineos, justo pocos metros antes de que el rio Ara termine por encontrar al Cinca (arag: Zinca , y que años atrás nos había servido en varias ocasiones y bien para ese mismo propósito. Pronto nos quedo claro que el local ha “envejecido” mal, y que ni el personal ni su cocina son lo que fueron. Quede claro que aquí no nos referimos a su función de hotel/hostal para pernoctar, sino solamente a su faceta de local de “restauración”. Y aun hemos de precisar que tampoco nos decidimos por el “menú del día” puesto que pensamos que ya era un poco tarde para ello y creímos que nos llevaría menos tiempo si solo tomábamos unas tapas, cosa que por otra parte es también una de las ofertas del “Pirineos” para las personas que, como nosotros, solo está de paso. En este caso, nuestra “comida” en el establecimiento creo recordar que solo consistió en tomar unas cervezas, unos pinchos, una ración de tortilla de patatas, unas croquetas, olivas, un cortado descafeinado y un café. Lo relevante para nosotros fue, no obstante, que terminamos pagando más que si hubiésemos comido el menú, que el tiempo transcurrido desde que nos sentamos en la cafetería se hizo muy largo, que el personal andaba bastante despistado (estaban terminando el servicio de mediodía, con el local a “medio gas” , y que vimos muy poco de la “pretendida comida casera” (por cierto, comentario idéntico al de uno de los comensales que salía de tomar el menú . Podemos resumirlo y definirlo con una sola palabra: “soso”. Sosa la tortilla, sosas las croquetas, sosos los pinchos y soso el personal que nos “tocó en suerte”. Ah! y caro por lo que nos dieron. Fue ahí cuando mi pareja, refiriéndose a nuestro caso, me hizo el comentario en forma de frase que, hace ya años, a menudo usaba el propietario de un Bar-restaurante en una de las paradas de la línea de autobuses que une nuestro lugar de residencia con una capital cercana: “Ave de paso, garrotazo!!!”… Pues eso!

Me pareció muy feo que nos cobraran +2 euros por compartir dos niñas de 7 años un menú de adultos de 16 euros. Por no compartir no compartieron ni el agua, ya que era una jarra de agua del grifo. Un detalle muy feo para sacar 2 euros de más en la cuenta. Es más, quisimos al principio pedir dos platos combinados para ellas y nos dijeron que eso tardaría más de una hora en servirse, por lo que pedimos, según recomendó el camarero, menú para todos.

Paseando por Ainsa vemos el menu de 15€ y nos convence. Escogemos un arroz a la cubana y una colifror gratinada, platos correctos, sin mucho que destacar. Los segundos un higado de cordero correcto y unas hamburguesas que tengo que pedir se las lleven puesto que estan en mal estado. El camarero me dice que son de pollo, algo que a pesar del sabor a agrio ya habia notado. Como explicación es mejorable. Hay que reconocer me lo han cambiado. Trato de evitar los postres caseros a fin de salvarse de un nuevo susto, pero no me dejan hacer cafe por postre En fin para no volver.