Restaurante 1826

La comida es exquisita y el ambiente es encantador.

La comida es deliciosa y fresca, además de ser abundante.

Este restaurante en el Hotel Rosewood es increíble. Fui a disfrutar de un brunch y tenía una gran variedad de platillos, incluyendo comida mexicana de alta calidad. El precio es de 1500 pesos mexicanos (83 euros) por persona, es caro, pero vale la pena si estás de visita por la zona.

Fui a almorzar el día de hoy, el lugar es bastante bonito. Desde que entre la hostess Samantha fue muy atenta. Una vez sentado en la mesa, el joven Jerry me ofreció algo de tomar, lo cual considere bastante atento, ya que es imperante que al tomar una mesa las bebidas sean ofrecidas, mas con el calor de estas fechas. A la brevedad posible la bebida arribo junto con el menu de alimentos y fui atendido por la señorita Imelda; desde el principio fui saludado de su parte con una sonrisa y gran atención; ya que iba solo, aprecie mucho su amabilidad ya que me hizo sentir bienvenido. Al momento de sacar mi celular Imelda me proporciono la clave de WiFi sin pedírsela, lo cual lo considere extremadamente atento de su parte, ya que quiere decir que estuvo al pendiente de mis necesidades en todo momento. Después tome en cuenta la sugerencia de comida de la mesera, que fue una hamburguesa, la cual estaba bastante rica, con todos los ingredientes adecuados, la carne en su punto perfecto y los vegetales frescos. Se me ofreció postre, una vez mas tome la recomendación de Imelda y pedi el pastel de queso con helado de lavanda, excelente recomendación! Por otra parte, algo que siempre tomo mucho en consideración es el tiempo entre platos, bebidas, y cuanto se tardan en retirar los mismos. Justo un trago antes de terminar mis bebidas, las subsecuentes fueron traídas a mi mesa, al igual, mis platos fueron retirados en el momento adecuado, "perfect timing" en ambos casos. Al pagar mi cuenta fui despedido con una amable sonrisa de nuevo y con un cálido "vuelva pronto" por parte del staff que estuvo al pendiente de mi. Muchas gracias a Samantha, Jerry, e Imelda!

Sin duda simplemente visitar THE ROSEWOOD merece la pena, un ambiente muy tranquilo en el cual disfrutar de una comida deliciosa en la terraza además de admirar la arquitectura del complejo hotelero, sin duda una grata sorpresa, además de estar muy cerca del centro