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Bidrage med feedbackA uno le sorprende, y le congratula, que este negocio siga funcionando. Muy pocas mesas en una casa preciosa. Solo abren tres días a la semana. De hecho, cuando fuimos mi mujer y yo, trabajaron solo para nosotros. Y no es tan caro. Es más, yo diría que tener a ese cocinero y esa camarera, en ese chalet, trabajando solo para nosotros, debería de ser muchísimo más caro. Volviendo al tema de la comida.... Buenísima. Una delicia. Podrían ser una estrella Michelín si se empeñan en ello. En resumen, ahora que vamos a vivir en Playa Honda, nos verán inevitablemente muchas ,muchas, veces
Espectacular. Todo increíble. Éramos 9 personas y nos aconsejaron perfectamente para compartir todos los platos de la mejor manera posible. La comida estaba perfecta, todos los platos. El servicio es excelente, súper amable, trato excelente. Si tenemos la ocasión volveremos sin duda. 100% recomendable!!
Sitio imprescindible, experiencia gastronómica inolvidable, materia prima de 10 y trato como en casa. Hay que probar los postres...
Muy buen restaurante۞ ,muy bien mencionado, productos de calidad A Los langostinos incluso le quitaron la linea negra,que son los desechos del propio animalito. cuidan mucho la comida servida. Creo que incluso viene recomendado en la guia michelín y tiene estrella. Lo recomiendo, aunque no me gusta la zona donde se encuentra,Playa Honda está muy saturado y barato no es.
Antes de extenderme en lo maravilloso de la experiencia, es importante dejar claro que en la carta los precios de los platos oscila entre los 15 a casi 25 euros, de modo que el gasto final por comensal pase posiblemente de los 50 euros. Por lo que una visita al Aguaviva ha de hacerse no sólo para llenar el estómago (que lo hicimos) si no para vivir una experiencia extraordinaria y que requiere saborear cada bocado. Por ello diré que me pareció un precio muy razonable, porque la cocina del Aguaviva va más allá de alimentos bien cocinados. Su cocina ne ha hecho sentir que estaba delante de un lenguaje coherente y bello, o de una pintura que te atrapa. El marinado de lubina, en palabras de mi mujer, era 'el océano dentro de un plato ' La atención nos pareció exquisita, con pequeños detalles casi invisibles que hacían la experiencia aún mejor. Y para rematar, yo escapé a mi problema de postres e intolerancias alimentarias con un gin-tonic gelificado sorprendente. Estamos de verdad muy agradecidos por la experiencia y sin duda volveremos en alguna futura visita a Lanzarote.