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Bidrage med feedbackEl mejor pescado que he comido nunca. Juanmi domina perfectamente el punto del pescado. El resto de comida, también excepcional. Burriana tiene suerte de tener este restaurante
Nunca he experimentado un servicio peor ni probado un arroz peor en un restaurante. Decepcionante es un eufemismo. Fue frustrante también cuando le expresé mi opinión al dueño y él me dijo que el arroz estaba buenísimo, claramente mintiéndome en la cara. Además, no pudo cambiar mi plato por otro diferente porque no tenía más ingredientes a las 15h del mediodía.
El servicio al cliente fue muy malo, ya que no pudieron atendernos para celebrar allí, lo cual es impensable. Sin duda no volveré ni lo recomendaré.
La reserva se hizo con 24 horas de antelación indicando lo que se comería, ya que según la chica que tomó nota de nosotros, en la cocina necesitaban saberlo para el tema de los arroces. Cuando llegamos a comer, nos dijeron que nos sentáramos donde quisiéramos de entre 4 sitios. Tomaron nota de la bebida y la trajeron con el pan. Las botellas de cristal venían abiertas por dentro, y en lugar de servirlas sobre bandejas, estaban enganchadas a la altura de las boquillas por la camarera. Después de esperar unos 35/40 minutos, uno de nosotros se levantó y fue a la barra porque nadie había venido a atendernos, como si no existiéramos. Ninguno de los 3 camareros se acercaba a nosotros, hasta que salió el cocinero y tomó nota de la comida. Al quejarnos por la espera, nos dijo "lo siento, es que estoy solo". Casi le respondí que no, que lo que estaba era muy mal organizado. El menú era cerrado, con la posibilidad de pedir varios entrantes, cuanto más cantidad más pequeñas eran las raciones. De plato principal, ofrecían arroz meloso, arroz a banda o fideuà, todo con marisco. En nuestra mesa había una persona alérgica, a la que dijeron que podía comer paletilla de cordero pero que no sabían si estaba en la carta. Una vez tomada la nota, todos los platos llegaron muy seguidos: los mejillones al vapor estaban muy ricos, las croquetas de jamón eran decentes y el tartar de salmón estaba pasable. Incluso el arroz meloso. Sin embargo, la paletilla tardó en llegar... Lo que hizo que el resto de nosotros ya hubiera terminado de comer el arroz. Aunque por la pinta que tenía, se le perdonaba la espera. Si el día anterior tuvimos que explicar lo que íbamos a pedir de comer, es para que lo tuvieran en consideración y no hacerlo sobre la marcha... De postre solo ofrecían melón o sandía, mientras que en las otras mesas estaban disfrutando de helados. Pero bueno, las vistas y el frescor de la terraza ayudaron a que, al ver lo económica que era la cuenta, relativizáramos toda la experiencia.
Grupo de 12, se avisa que hay un vegetariano. Nos sacan una comida horrible: raciones pequeñas y excepto un entrante lo demás era de mala calidad. El servicio atento pero el jefe se comportó de u a forma infantil. Tras servir los entrantes a todos, y los del vegetariano, luego sirvieron el arroz de pescado, el vegetariano pidió su plato y le dijeron que él ya había comido. Que los dos entrantes eran su primero y segundo. Alucinante, se les explica y dan motivos y el jefe no atiende, simplemente se va. Pedimos la hoja de reclamación, se negó a rellenar su parte. Tuvimos que llamar a la policía local. Sigo sin comprender cómo ha sido capaz de llegar a este punto. Se le ve marcharse sin dar la cara, dejando vendidas a las dos camareras.