Kaura Kiosko - Alcorcón

Raciones generosas y ricas, precios razonables, servicio mejor aún. La tortilla, imprescindible. Volveremos.

Solo puedo tener buenas palabras, tanto por la comida, el sitio y el servicio. Fue una comida familiar y se reservó mesa fuera ya que llevábamos un perro grande y no nos pusieron ninguna pega. La comida fue todo raciones de las cuales tanto por cantidad como por calidad muy bien, para plato principal pedimos 4 chuletones para compartir y nos los pusieron perfectamente, y eso que no es sencillo que te planten este tipo de carne poco hecha y que salga perfecta. Y la calidad de la carne, de 10. Parecía mantequilla. En cuanto al servicio más que maravilloso, atentos, rápidos y muy muy amables. Sin lugar a dudas volveremos en la siguiente reunión familiar.

Es una pena que un lugar con tanto potencial resulte tan decepcionante debido a la pésima gestión del encargado y a su actitud. El servicio es lento y descuidado incluso cuando hay pocas mesas ocupadas, pero el colmo es descubrir que el encargado les da indicaciones a los camareros confundiendo sus rangos de mesas, y verle fumando junto a las mesas o entretenido con el móvil en medio del caos, con mesas sin atender durante más de veinte minutos y comandas equivocadas. Como guinda, cuando le hicimos una sugerencia de manera educada se puso a gritar y a utilizar descalificativos personales; toda la terraza estaba mirando. Sin duda esa persona no está cualificada para trabajar en hostelería ni para tratar a clientes. Cuando le dijimos que no volveríamos, nos dio las gracias por ello mientras se reía a carcajadas; esperemos que al/l@s propietario/as les haga la misma gracia saber que su encargado maltrata a su clientela.

Una gran decepción, habiamos estado tomando algo, somos una gran familia y el sitio es amplio y rodeado del parque por lo que con niños pequeños es una buena opción y nos dejamos llevar por los buenos comentarios, un gran error. Lo primero el menu es unico, sólo puedes elegir las raciones, como principal sí no te gusta la carne no hay nada más, las raciones nada del otro mundo, el plato principal un entrecot a compartir que es escaso y no esperes una gran carne. Por último la atención deja bastante de desear por no decir que fue desagradable por parte de uno de los camareros, con respuesta grosera incluidad al pedirle amablemente uno de los comensales los cafes ya que no se pregunto a todos. En resumen para no volver por muy bonitas que sean las vista.

Fuimos a comer por el cumpleaños de mi hermano, en principio esperamos bastante hasta que nos tomaron nota de la bebida y nos trajeron las bebidas, después seguimos esperando hasta que nos tomaron nota de la comida, bastante lento el servicio a mesa, de entrantes pra compartir croquetas de jamón y de morcilla con piñones (estaban bastante buenas), zamburiñas que estaban bastante insípidas y secas, paleta de jamón ibérica que de ibérico tenía poco, con corte de la pieza en lonchas y bastante gordo. De segundos dos solomillos, que estaban buenos. Rabo de toro que igual estaba muy rico y además abundante, también pedimos un cachopo que en la línea de los platos anteriores, bueno y abundante y una de pulpo a la brasa que también estaba rico. En general los platos principales estaban muy buenos y eran abundantes, hizo que se nos olvidase un poco el servicio tan lento que había y el jamón (que lo devolvimos).